Situado en la campiña norte de la provincia gaditana, es al mismo tiempo entrada a la serranía y la “Ruta de los Pueblos Blancos”. Es el segundo término municipal en extensión, pues cuenta con una superficie de 527,58 Km² y una población en enero de 2005 que arrojaba un total de 29.420 habitantes. La belleza de Arcos de la Frontera y su patrimonio cultural son el mayor atractivo de este municipio monumental, uno de los más bonitos de España. Desde 1962 su casco antiguo está declarado “Monumento Histórico Artístico”

La parte oriental de este término municipal está incluida en el Parque Natural Los Alcornocales, además cuenta con el Paraje Natural Cola del Embalse de Arcos que constituye una zona de gran valor natural por la vegetación y su avifauna.

Son numerosos sus bosques-islas que en su totalidad cuentan con una extensión de 885 Ha. Posee las siguientes formaciones boscosas: acebuchares (Olea europaea var. sylvestris), alcornocales (Quercus suber), pinares de repoblación de pino piñonero (Pinus pinea) con algunos ejemplares de pino carrasco (Pinus halepensis), encinar (Quercus ilex  subsp. ballota) y un quejigal (Quercus faginea ). En ocasiones, algunas de éstas formaciones están acompañadas de algarrobos (Ceratonia silicua). El sotobosque que suele acompañar a estos pequeños bosques varía en función del sustrato de cada uno. Podemos ver lenticos (Pistacia lentiscus), robledilla (Quercus coccifera), candilito (Aristolochia baetica), etc.

La hidrografía de Arcos de la Frontera está compuesta por los ríos Guadalete y Majaceite, que vierten parte de sus aguas al Pantano de Arcos, donde se practica la pesca y algunos deportes acuáticos.  Sus alrededores tienen un gran valor paisajístico.